Dilemas Éticos
Un dilema ético o una pregunta ética es un problema de toma de decisiones entre dos imperativos ético-morales posibles, ninguno de los cuales es inequívocamente aceptable o preferible. La complejidad surge del conflicto situacional en el que obrar de acuerdo a uno podría resultar en transgredir al otro.
Tipos de Dilemas
1. Dilema Hipotético
Se trata de dilemas que colocan a la persona a quien se le pregunta en una posición en la que se ve confrontando una situación que es muy poco probable que suceda en la vida real. No se trata de fenómenos imposibles, pero son algo a lo que la persona debe enfrentarse en su día a día de manera habitual. No es necesario que la persona a quien se le plantea el dilema sea el protagonista de este, pudiendo preguntársele qué debería hacer el personaje.
2. Dilema Real
Estos dilemas éticos plantean una situación cercana a quien se le pregunta, ya sea por un suceso próximo o porque la circunstancia puede darse de manera relativamente fácil en su vida normal. Es por esto que pueden resultar tan o más desesperantes que los dilemas éticos del tipo anterior.
3. Dilema cerrado o de análisis
Estos dilemas éticos no consisten en resolver, sino en valorar. Hablan de una situación que ya ha sido resuelta, dando como propósito del planteamiento valorar las acciones y decisiones que fueron tomadas por el protagonista del dilema planteado.
4. Dilema abierto o de solución
En este tipo de dilema ético es donde se da el mayor albedrío. En la situación propuesta, el protagonista aún no ha tomado ninguna medida para solucionar su problema, dando así la oportunidad a quien intenta resolverlo de tomar las medidas que este crea correctas para obtener una respuesta.
5. Dilemas completos
Son dilemas en los que al ser planteados, le son dichas a la persona a la que se le plantea todas las consecuencias de las acciones que puede tomar el protagonista del dilema.
6. Dilemas incompletos
Este tipo de dilema ético es lo opuesto al tipo anterior; las consecuencias de las acciones no son explícitas, y por ende la solución depende de la habilidad de la persona para imaginar ventajas y desventajas para valorarlas.
Ejemplos:
- El dilema de Robin Hood:
Eres testigo de un crimen: un hombre ha robado un banco, pero en lugar de quedarse con el dinero para sí mismo, lo dona a un pobre orfanato que ahora puede permitirse alimentar, dar ropa y cuidar de los niños que viven en él. Tú sabes quién ha cometido el crimen, pero si vas a las autoridades con esta información, lo más probable es que el dinero sea devuelto al banco, volviendo a dejar a los niños con grandes necesidades. ¿Qué decisión tomas?
- Dilema del Tranvía:
Un tren se encuentra circulando por una vía a toda velocidad y fuera de control, justo antes del cambio de agujas que le permitiría seguir por otra vía. Te das cuenta de que en la misma vía del tren se encuentran 5 personas trabajando, que morirán si el tren las alcanza. Afortunadamente tú estás frente al cambio de agujas y tienes la opción de desviar el tren por la otra vía. Sin embargo, en esta otra vía se encuentra otra persona trabajando, que también morirá si el tren es desviado.Este dilema dispone además de múltiples variantes, pudiendo complicar en gran medida la elección. Por ejemplo, la elección puede estar en que puede detener el tranvía, pero ello hará que descarrile con una posibilidad del 50% de que todos sus ocupantes mueran (y 50% de que todos se salven). O se puede buscar más la implicación emocional del sujeto: proponer que en una de las vías hay cinco o más personas que morirán si no se hace nada y en la otra una, pero que esta una es la pareja, hijo/a, padre/madre, hermano/a o familiar del sujeto. O bien un niño.
¿Qué harías en cada caso?
Por: Miguel Angel Chacón Morales
Comentarios
Publicar un comentario