Los Cínicos

Como he mencionado en post anteriores, gracias a la filosofía de los tres grandes filósofo: Sócrates, Platón y Aristóteles; surgieron unas series de corrientes filosóficas que continuaron con el pensamiento de cada uno de sus maestros. Inspirados por las palabras de sus mentores, renovaron su visión ética y dieron paso a las nuevas formas de actuar y de vivir.

Los Cínicos

De Sócrates se cuenta que una vez se quedó parado delante de un puesto donde había un montón de artículos expuestos. Al final exclamó: ¡Cuántas cosas que no me hacen falta!

Sócrates tuvo un alumno llamado Antístenes en Atenas. Este hombre se fijó en la modestia de su maestro y decidió imitarlo.



Los cínicos enseñaron que la verdadera felicidad no depende de cosas externas tales como el lujo, el poder político o la buena salud. La verdadera felicidad no consiste en depender de esas cosas tan fortuitas y vulnerables, y precisamente porque no depende de esas cosas puede ser lograda por todo el mundo. Además no puede perderse cuando ya se ha conseguido. Consideraban que la base de la felicidad y la virtud eran el menosprecio de las normas sociales y la renuncia a la riqueza, la gloria y los placeres sensitivos. 

La búsqueda de la felicidad para el cínico es la investigación, la educación del alma en la virtud. La verdadera sabiduría es práctica, y por tanto, es aquella que tiene la facultad de lograr gobernarse a uno mismo e independizarse de la alienación a la que nos vemos sometidos debido a las opiniones. 

El más famoso de los cínicos fue Diógenes, que era discípulo de Antístenes. Se dice que él estaba sentado en un barril y que no poseía más bienes que una capa, un bastón y una bolsa de pan. Una vez que estaba sentado tomando el sol delante de él, le visitó Alejandro Magno, el cual se coloco en frente del sabio y le dijo que si deseaba alguna cosa, que él se le daría. A lo que Diógenes contesto: "Sí, que te apartes un poco y no me tapes el sol". De esa forma mostró Diógenes que era más rico y más feliz que el gran general, pues tenía todo lo que deseaba.

Los cínicos opinaban que el ser humano no tenía que preocuparse por su salud. Ni siquiera el sufrimiento y la muerte debían dar lugar a la preocupación. De la misma manera tampoco debían preocuparse por el sufrimiento ajeno.



¿Qué te parece la postura de los cínicos?  


Por: Miguel Angel Chacón Morales



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